martes, 29 de mayo de 2012

Hablé con él

Hay días que siempre te hacen sentir mas humano que otro, mas humano que la propia mierda que defecamos. Esos días que deberían ser días de gloria, nos hacen recordar la pequeña línea que nos distancia del dolor. Pero que será el dolor?, el dolor para los que por el mínimo ataque, sufren como patos que han sido alcanzados por una bala de algún cazador. La mañana, que empieza desde las 6, convoca a tomar una bici e irme a navegar en un mundo feliz, en donde no existan problemas burocráticos, ni trámites administrativos que hacer. Me siento patético de volver a empezar cada día con un falso pie derecho, que se está destapando, y no es un simple dolor por algo sucedido, es un dolor general que me hace pensar que mi lucha a sido mediocre, eso, y punto. Pintar una lucha con una gloria no merecida, donde robo ideales, y los hago míos. ¿donde quedará el sueño anhelado de esa juventud auténtica?.

Hoy por la tarde, cuando esa misma tarde cayó, incliné mi balanza para hacer un conteo de las batallas perdidas, quizá solo he ganado 2, el día que nací, y el día que alguien me hizo ver lo vanal que ha significado todo para unos cuantos. Tengo miedo a eso, y  todo lo que no esté en el guión, tengo miedo a alejarme demasiado, y perder a cada uno de los aliados de esta interminable guerra con tra el desamor, contra la rebeldía injustificada, y los villanos que nunca han dejado de serlo.



Me siento en el papel de un hombre de 21 años, que intenta crear una existencia en base a batallas logradas por otros, con una soberbia increíble por decir que todo está bien, y que no hay método alguno para impedir que las cosas malas ganen terreno, mas que con arte y música. Odio con muchas ganas todo ese licor regado con una injusta visión de las cosas, odio los cigarros consumidos con el afan de crear una atmósfera de confort, odio mas aún las pláticas enajenadas que solo provocaron en mi subconsciente, mas basura que será un poco difícil de olvidar.

Estoy agotado, sé que mis días sufrirán una necesaria reflexión que me orillará solamente a reivindicar la postura que tengo hacia el mundo. Quisiera quitarme la venda y dialogar con mi mente y la poca esperanza que me queda en que las cosas, muy cautelosamente cambiarán.

Quiero volver al mundo de Quiet City, donde podía ver cine indie, y no traficar con el salario de ningún hermano, donde solo existía John Cassavetes y mi única aspiración era un examen de ingreso. Allí con todos los contrastes reside mi antiguo yo, que solo se interesaba por recortar imágenes y pegarlas en cuadernos cualquiera, que quería entregar al mundo, una pequeña dosis de la locura de baja calidad, pero que mostrar los dotes de querer comer al mundo. Allí andaba yo, navegando entre espejuelos, queríendole mostrar a todos, que puedo mas que el viento. El mundo desde entonces, se desvorona y se complica, ya no está Almodovar que en la preparatoria me hacia suspirar, ya no está Alicia que me inspira a ver lo bello con el contraste del horror, ahora solo hay papeletas y un intento muy sutíl por querer cambiar al mundo desde los números y no desde el arte. Oh dulce melancolía, dame las llaves que quiero conducir el auto que me lleve a algún lugar lejos de esto al ritmo de la música jazz que siempre me hace sonrerir y llorar.


jueves, 17 de mayo de 2012

Sonidos: Archet Prewitt


Archet

He escuchado un poco a Archet Prewitt, y me encantaría pensar que el mundo sería mejor con música como la de él. En especial, cuando comenzamos a darnos cuenta, que verdadera música como la que hacen aún los motivados hijos del rock melancólico, aún existe. Su sonido que tambalea entre el surf de California, y la magia de escuchar a un Dylan sin fama, está mas cerca de la realidad. Archet Prewitt
inicia una cuenta, de muchos buenos discos.

- Archet Prewitt / Good Man (Mirar)

La vida es mumblecore


Funny Ha Ha / Andrew Bujalski


Hoy he vuelto a tomar las riendas de la escritura, para refugiar mis vagos pensamientos, y concretar las escasas ganas que ahora se convierten en muchas, para volver hacia lo que en su momento me identifico ante el mundo. Las cosas han cambiado, yo he cambiado. El mundo que ahora está al revés, comienza a darse cuenta de lo iracunda y extraña que puede ser la realidad. Ahora con 21 años, no veo tan lejana la etapa en donde pensaba que sería un Aaron Katz, y en donde mis cortometrajes rodarían el mundo con la insignia de ser un soñador de pueblo, que triunfa. Ahora con 21 años, y el diseño gráfico, comprendo situaciones que me preocupan mas allá de lo que pensaría. Creo fervientemente en que ahora las cosas comienzan a tener un pequeño hilo de surrealidad y sinópsis. Qué se yo.


Me acusan de ser un violento ante la sociedad, una sociedad podrida, doble moralista, en donde no cabe la tregua con la tolerancia, pero en donde el mas rico se convierte en aún mas rico, a costa de todos. La utopía de un mundo al revés, me recuerda a la vida de la protagonista de Funny Ha Ha /. Una pequeña mujer que en busca de anhelo, reflexionando que es lo que sucede con su vida, se da cuenta que ahora tiene mayor edad, y que todo lo que se ha aprendido de sus años no tiene mucho sentido cuando la realidad azota a las puertas de quién la llama. En un mundo visceral, encontrar la verdad esta mas alejado de lo que uno puede intentar. Ahora a ésta edad, comienzo a darme cuenta, que mi mundo y el mundo en el que vivo, es un mundo de incongruencias absolutas, en donde aún no puedo saborear la batalla contra la moralidad. Pienso cada vez mas que todo esto se debe a que por ahora, tengo mas  sensatez que sentimientos. Lo que sucede en el país, es una novela de literatura gringa, donde los personajes mas sinietros, comienzan a temblar al final. Una especie de novela policiaca que amarra a los delincuentes. Quisiera vivir en un mundo como en las películas de Kaatz, o de Andrew Bujalski, en donde el mudo al revés, podría ser un mundo mumblecore, que formara parte de solo una película. Es extraño saber que ahora, todo esa película solo se convierte en un documental ficticio, amarrado a muertos, y a malas historias. Quizá Katz, ahora podría darse cuenta, que la vida real es mas dura que una película de 2 horas.

El mumblecore, que en sí es grabar sin actores, podría quedarle a mi vida en éste momento. En donde todo parece no estar en su sitio, pero que a su vez, emerge con naturalidad. Todo es un film en donde los malos son muy malos, y los buenos, solo escriben y narran lo que ocurre. Quisiera tener ese mundo paralelo para darle stop y emergerme entre el guión que cambiara la realidad y las cosas. En sí, el mas grande anhelo es encontrar la forma de detener las malas tomas con una entrañable sonrisa.